jueves, 14 de junio de 2007

Adios Cinesur


La vida tiene etapas que llegan, y otras que terminan. Unas son más especiales que otras. Algunas son meras transiciones en un largo camino; otras tienen fecha de inicio y de caducidad. En mi vida, ahora se acaba una etapa que comenzó el 1 de julio de 2005. Tengo que decir adiós a Cinesur Larios.

A todas las personas que he tenido la suerte de conocer en esas salas, dedico esta entrada. Elaborar una lista con todos los nombres de la gente que he conocido en dos años sería una tarea que me emplearía mucho tiempo, pero me gustaría que cada una de esas personas supiera que me ha encantado trabajar a su lado, y que me llevo un grato recuerdo de cada una.

De los que conocí cuando yo era “el nuevo”, sólo quedan unos pocos cuando me ha llegado el turno de marcharme a mi. El cine se ha convertido en un lugar de paso, propio para muchos jóvenes, estudiantes o no, que quieren sacarse algunas pelas para sobrevivir. Pero sobre todo, es un trabajo digno; basura, pero digno; porque el aire que se respira es especial, y porque creo que nos embriaga a todos de un perfume de amistad, por muy cursi que parezca.

Quiero dar las gracias a todas las personas que han compartido estos dos años conmigo, por haberme ayudado y por haberme aguantado. Amigos, ha sido un placer trabajar a vuestro lado. Os deseo, de corazón, mucha suerte en la vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno la vida se compone de etapas y etapas nuestra vida

eso es bueno ..

haz conocido muxa gente k an valido la pena pues ya esta date por satisfexo

NaSh dijo...

Ooooh! Que me gustaba ese caballo! jajaja Q pena con lo bien q te veias vendiendo palomitas! Weno! Todo tiene su momento supongo! Ahora a disfrutar de otras cosas que vengan! Un beso!

Juan Antonio Rueda dijo...

Para Miguelillo:

Desde luego... me quedo con todo lo bueno que me ha aportado. Así tiene que ser con todo. Un besillo.

Para Nash:

Echa el curriculum tú y trabaja! Ponme las palomitas tú a mi! Me encantaría... Por cierto, para vender y utilizar una caja registradora hay que saber sumar... y yo no sé sumar!
Un besooo